Atisha contestó que ya les había dado todos los consejos que necesitaban, pero en respuesta a sus insistentes ruegos, accedió y les dio los siguientes consejos:
Qué maravilla!
Amigos, puesto que vosotros ya poseéis un gran conocimiento y un entendimiento claro, mientras que yo no soy más que un ser sin importancia y con poca sabiduría, no es adecuado que me pidáis consejo. A pesar de todo, ya que vosotros, mis queridos amigos, a quienes estimo de todo corazón, me lo habéis rogado, os daré estos consejos esenciales con mi mente inferior e infantil:
- Amigos míos, hasta que alcancéis la iluminación, el Maestro Espiritual es indispensable; por lo tanto, confiad en vuestro sagrado Guía Espiritual.
- Hasta que realicéis la verdad última, la escucha es indispensable; por lo tanto, escuchad las instrucciones de vuestro Guía Espiritual.
- Puesto que no alcanzaréis el estado de Buda con un mero conocimiento del Dharma, esforzaos en la práctica con entendimiento.
- Evitad aquellos lugares que perturben vuestra mente, y permaneced allí donde vuestra virtud se incremente.
- Hasta que logréis realizaciones estables, las diversiones mundanas son perjudiciales; por lo tanto, morad en un lugar donde no haya tales distracciones.
- Evitad los amigos que os hagan aumentar vuestras perturbaciones mentales y confiad en los que os ayuden a incrementar vuestra virtud. Guardad este consejo en vuestro corazón.
- Puesto que las actividades mundanas nunca se acaban, limitad vuestras actividades.
- Dedicad vuestras virtudes durante el día y la noche, y vigilad siempre vuestra mente.
- Puesto que habéis recibido consejos, practicad durante el descanso de la meditación lo que vuestro Guía Espiritual os haya indicado.
- Si os adiestráis con gran devoción, recibiréis los frutos de inmediato sin tener que esperar mucho tiempo.
- Si practicáis de todo corazón de acuerdo con el Dharma, seréis provistos de alimentos y demás necesidades de forma natural.
- Amigos míos, los objetos que deseáis no dan más satisfacción que beber agua salada; por lo tanto, aprended a permanecer satisfechos.
- Evitad las mentes altivas, engreídas, orgullosas y arrogantes, y permaneced tranquilos y sumisos.
- Evitad las actividades que, aún considerándose meritorias, en realidad, son obstáculos para el Dharma.
- La ganancia y el respeto son los lazos que tienden los maras; por lo tanto, echadlos a un lado como si fueran piedras en vuestro camino.
- Las palabras de alabanza y celebridad solo sirven para engañarnos; por lo tanto, libraos de ellas como si os sonarais la nariz.
- Puesto que son efímeros, dejad atrás la felicidad, el placer y los amigos que se logran en esta vida.
- Puesto que las vidas futuras durarán mucho tiempo, acumulad la riqueza que os asista en el futuro.
- Tendréis que marchar dejándolo todo atrás; por lo tanto, no os apeguéis a nada.
- Sentid compasión por los seres más sencillos y, sobre todo, evitad despreciarlos o humillarlos.
- No sintáis apego por el amigo ni odio por el enemigo.
- En lugar de tener celos de las buenas cualidades de los demás, imitadlas con admiración.
- En lugar de fijaros en las faltas de los demás, fijaos en las vuestras y purgadlas como si fueran mala sangre.
- No contempléis vuestras buenas cualidades, sino las de los demás, y respetad a todos como lo haría un sirviente.
- Considerad que todos los seres son vuestros padres y madres, y amadlos como si fuerais su hijo.
- Mantened siempre un rostro sonriente y una mente amorosa, y hablad con sinceridad y sin malicia.
- Si habláis demasiado y sin sentido, cometeréis numerosos errores; por lo tanto, hablad con moderación y solo cuando sea necesario.
- Si os involucráis en actividades sin sentido, vuestras actividades virtuosas degenerarán; por lo tanto, abandonad las tareas que no sean espirituales.
- Es una gran necedad esforzarse por realizar actividades que carecen de sentido.
- Si no conseguís los objetos que deseáis, es por el karma que creasteis en el pasado; por lo tanto, mantened una mente feliz y relajada.
- Tened cuidado, ofender a los seres sagrados es peor que la muerte; por lo tanto, sed sinceros y honrados.
- Puesto que toda la felicidad y el sufrimiento de esta vida son el resultado de acciones del pasado, no culpéis a los demás.
- Toda la felicidad proviene de las bendiciones de vuestro Guía Espiritual; por lo tanto, corresponded siempre a su bondad.
- Puesto que no podéis adiestrar las mentes de los demás mientras no hayáis controlado la vuestra, comenzad por dominar vuestra propia mente.
- Puesto que, sin lugar a dudas, tendréis que partir sin las riquezas que hayáis acumulado, no cometáis acciones perjudiciales por apego a la riqueza.
- Las diversiones que distraen carecen de esencia; por lo tanto, practicad la generosidad con sinceridad.
- Guardad siempre una disciplina moral pura, porque gracias a ella obtendréis belleza en esta vida y felicidad en las futuras.
- Puesto que el odio abunda en estos tiempos impuros, poneos la armadura de la paciencia, libre del odio.
- Seguís confinados en el samsara debido al poder de la pereza; por lo tanto, encended el fuego del esfuerzo de la aplicación.
- Puesto que esta existencia humana se malgasta perdiendo el tiempo con distracciones, ahora es el momento de practicar la concentración.
- Bajo la influencia de las creencias erróneas no podéis comprender la naturaleza última de los fenómenos; por lo tanto, analizad los significados correctos.
- Amigos míos, en esta ciénaga del samsara no existe la felicidad; por lo tanto, trasladaos a la tierra firme de la liberación.
- Meditad siguiendo el consejo de vuestro Guía Espiritual y desecad el río del sufrimiento de la existencia cíclica.
- Contemplad lo que os digo con detenimiento, porque lo que sale de mi boca no son palabras vacías, sino consejos sinceros que os doy de corazón.
- Si practicáis de este modo, me complaceréis, seréis felices y haréis felices también a los demás.
- Yo, que soy un ignorante, os suplico que practiquéis estos consejos de todo corazón.
Estos son los consejos que el sagrado ser, el venerable Atisha, dio al Honorable Yhang Chub O.